La tensión se podía cortar en el aire el viernes pasado en un famoso boliche palermitano cuando se encontraron, a pocos metros nada más, Fernanda Vives y Cecilia Oviedo en el cumpleaños de un periodista amigo en común, con la diferencia de que Vives estaba en el sector VIP y a la otra no la dejaron ni acercarse a la cuerda de entrada.
Pero para empeorar la situación, otra que sí estaba en el sector VIP y que tuvo que cruzase cara a cara con Fernanda fue Amalia Granata, quien acusó a la ex-mujer de la "Tota" Santillán de "robamaridos" cuando se enteró que estaba teniendo un supuesto affaire con el padre de su hija. No hubo golpes ni insultos, pero sí miradas fulminantes que dijeron mas que mil palabras.
Pero para empeorar la situación, otra que sí estaba en el sector VIP y que tuvo que cruzase cara a cara con Fernanda fue Amalia Granata, quien acusó a la ex-mujer de la "Tota" Santillán de "robamaridos" cuando se enteró que estaba teniendo un supuesto affaire con el padre de su hija. No hubo golpes ni insultos, pero sí miradas fulminantes que dijeron mas que mil palabras.
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